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Perder la conexión a Internet no tiene por qué suponer un problema hoy en día. Varias de las principales empresas que prestan servicio web cuentan con características offline. Estas permiten a los usuarios no interrumpir el uso de sus principales aplicaciones por el hecho de estar desconectados, e incluso, acceder a sus últimos documentos sin necesidad de contar con un canal de datos que les comunique con el servidor.
Algunos servicios y aplicaciones web cuentan con versiones que funcionan igual cuando el usuario no está conectado, según resumen desde Consumer.
Gracias a la actualización de HTML 5, la mayoría de los servicios de Google (correo electrónico, calendario y documentos) tienen una alternativa para trabajar en desconexión.
Por su parte, Microsoft provee a su suite ofimática Office de soluciones empresariales para poder trabajar en los documentos en constante sincronización con servidor centralizado y con acceso desde todo tipo de dispositivos, ya sean móviles, tabletas, portátiles u ordenadores de sobremesa. Para ello, vende su paquete de instalación en servidores Cloud Essentials Pack, que gestiona las sincronizaciones. Además Cloud Essentials Pack (dentro del entorno Office 360, que incluye Microsoft Office Live) permite trabajar sin conexión, tras salvarse el documento en la última comunicación con el servidor, de modo que al volver a recuperar la cobertura, en caso de móviles, o la toma wifi, en el de redes fijas, se realizará una nueva sincronización de forma automática. El usuario no notará en principio la diferencia entre estar o no conectado.
Para gestionar la gran cantidad de artículos y páginas web que tenemos en cola para lectura, existen algunos servicios que permiten guardar una versión en caché de la página, o solo del texto de la misma, para leerlo mas adelante sin necesidad de disponer de conexión a Internet. Servicios como Read Later, Instapaper o Readmeo están orientados a permitir a los usuarios guardar copia de todos los artículos de su interés para una posterior lectura, con independencia de si cuentan o no con conexión.
En el mismo sentido, la última versión del sistema operativo para dispositivos móviles de Apple, iOS5, cuenta con una nueva característica, llamada "lista de lectura", en el navegador Safari para leer más tarde los artículos seleccionados por el usuario. Aún así, por desgracia, esta lectura no se puede hacer en modo desconectado. Lo que sí incorpora iOS es un sistema de correo que permite escribir un mensaje cuando se está sin cobertura, pero que se enviará en cuanto esta se recupere.
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Los relojes parecen no querer quedarse atrás. La hora puede consultarse a través de dispositivos como el teléfono móvil que nos acompañan cada día. Por eso, el reloj se resiste a convertirse en tecnología obsoleta y cada vez encontramos más dispositivos muy similares que, aparte de dar la hora, se conectan a Internet e, incluso, se sincronizan con dispositivos móviles.
El número de diferentes dispositivos que se conectarán a Internet en un futuro próximo aumentará, en una tendencia denominada el "Internet de las cosas" y gracias a la implementación del protocolo IPv6, que multiplicará de forma exponencial el número de direcciones IP disponibles. Todo lo susceptible de estar conectado, lo estará. Aquí entran varios modelos de relojes que ya se empiezan a conocer como 'smartwatches' (relojes inteligentes), tal y como explican desde Consumer.
Hay relojes con conexión a Internet que permiten realizar llamadas telefónicas, videoconferencias o acceder al correo electrónico, además de seguir las redes sociales.
Uno de los aparatos de Apple más usados, el reproductor multimedia iPod Nano, ya se adelantó a esta nueva forma de incorporar tecnología a nuestro día a día. Gracias a su tamaño, puede usarse como reloj de muñeca mediante la adquisición de una correa compatible en la tienda Apple. Sin embargo, su empleo está limitado a las aplicaciones instaladas en el dispositivo, ya que no cuenta con acceso a Internet.
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El gigante tecnológico taiwanés Foxconn, fabricante del iPhone y el iPad de Apple, no llevará a cabo despidos masivos en China en 2012, pese a la introducción de 300.000 robots en sus cadenas de montaje ese año, aseguró el presidente y fundador de la compañía, Terry Guo.
En una visita a las factorías de Foxconn en Shenzhen (sur), donde trabajan unos 400.000 empleados de la compañía, Guo señaló que los robots se usarán para labores de rutina y de mayor riesgo con el fin de aumentar la productividad, lo que "no afectará a la plantilla actual", señaló en declaraciones que esta semana publicaba la agencia de noticias Xinhua.
El presidente de la firma reconoció, no obstante, que el sector manufacturero mundial se encuentra en uno de sus peores momentos, por lo que las perspectivas para 2012 en Foxconn aún son "inciertas".
Foxconn anunció en julio que en los próximos tres años implantaría un millón de robots en sus factorías de China, donde trabajan 1,2 millones de empleados.
El anuncio se produjo en medio de una ola de suicidios de trabajadores de la compañía, especialmente en las factorías de Shenzhen, lo que llevó a muchos a concluir que con esta medida Foxconn pretendía reducir su enorme plantilla en el gigante asiático, ya que muchos culpaban a la firma de las muertes por las duras condiciones que soportan sus empleados.
Alrededor de una veintena de sus trabajadores se han suicidado en 2010 y 2011, la mayoría jóvenes empleados que se tiraron por las ventanas de dormitorios situados en los complejos industriales de la firma.
Foxconn es una rama del conglomerado industrial taiwanés Hoi Han, especializada en la fabricación de componentes electrónicos, y provee a gran parte de las multinacionales tecnológicas, incluyendo Sony, Nokia, Dell, Nintendo o Apple.
No es lo que creía